Reseñas

Rescate implacable Reseña: Jason Statham, tinga de pollo y rusos sospechosos

Hoy en Saliendo de la Peli traemos una de esas películas que desafían las leyes de la física y el sentido común… y por eso las amamos. Se trata de Rescate Implacable, un título que no se anda por las ramas y que nos recuerda inmediatamente al clásico de Liam Neeson, Búsqueda Implacable. Solo que ahora el encargado de rescatar a la chamaca en problemas es Jason Statham, el Liam Neeson de la generación millennial.

¿Y de qué va esto?

Statham interpreta al exsoldado, exmarín, exmil cosas, ya saben, el combo clásico del cine de acción, que ahora trabaja como capataz en una construcción. Lo interesante es que la familia dueña de la obra es latina, y la hija se vuelve su mejor amiga. Le lleva tinga con tortillas hechas a mano, lo trata como de la casa, y todo es paz hasta que…
Un día, la chavita se va de fiesta con sus amigas y unos tipos raros empiezan a seguirla con el celular en mano. Spoiler no spoiler: no la siguen para invitarla al Starbucks. Obvio, se la llevan. Y obvio, la policía es un cero a la izquierda: “espérese 72 horas, señor, a ver si no se escapó con el novio”.

Entonces, ¿quién entra al quite?

El patrón de la obra recurre al buen Jason, que ya traía sus traumas del pasado, pero que con una buena dosis de tinga y cariño de abuelita, dice: “Va, me rifo por la familia.” Y entonces empieza el desmadre.

Tenemos a Jason Statham haciendo lo que mejor sabe hacer: repartir madrazos como si fueran pan caliente, resolver misterios con cara de pocos amigos y descubrir que todo esto lleva directo a una red criminal rusa de tráfico de personas. El asunto escala rápido, y lo que parecía un simple secuestro se convierte en un entramado de corrupción, crimen organizado y complots nivel “haz tu propio organigrama criminal en PowerPoint”.

¿Y vale la pena verla?

Sí. Porque, aunque no reinventa el género, lo hace todo bien:

  • La acción es constante.
  • Hay momentos nostálgicos que funcionan.
  • Te echas una risa aquí y allá.
  • Dura solo 1 hora con 16 minutos, lo justo para no cansarte ni aburrirte.

Es de esas pelis que te hacen decir: “Ya sabía qué iba a pasar… pero igual la disfruté un buen.” Ideal para verla con tus papás, con tus compas o solo, comiéndote unas palomitas con Valentina.

¿Y la calificación?

Le damos un sólido 8 de 10.
No es lo más fino del cine de acción, pero tiene ritmo, tiene corazón, y tiene a Jason Statham soltando piu-pius mientras protege a una familia que le recuerda que aún puede pertenecer a algo. Y eso, en este mundo, es mucho decir.

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