
Reescucha tus canciones favoritas con Margules
Hay canciones que forman parte de la memoria colectiva, himnos personales que han acompañado generaciones enteras. Creemos conocerlas porque han estado ahí siempre, pero pocas veces nos detenemos a pensar en todo lo que contienen, sus capas de sonido, texturas ocultas, decisiones de producción que, al pasar por sistemas de reproducción convencionales, se diluyen y terminan por desaparecer. La diferencia ocurre cuando esas mismas canciones se escuchan a través de Margules, una marca mexicana que desde hace décadas ha perfeccionado el arte de diseñar equipos de audio de alta fidelidad que revelan lo invisible y convierten lo cotidiano en una experiencia transformadora.
Reescuchar con Margules es una reconciliación con la música. En lugar de escuchar versiones comprimidas y reducidas, lo que ofrecen sus sistemas es un sonido honesto, cálido y transparente, cercano a lo que realmente sucedió en el estudio de grabación. Allí donde otros equipos simplifican la experiencia, Margules revela detalles insospechados, como un eco preciso en el fondo, una respiración que marca la intimidad de la interpretación, un pandero escondido que, de pronto, adquiere protagonismo. Se trata de profundidad emocional, de sentir la música como si fuera la primera vez, aunque la hayamos escuchado miles de veces.
Ese redescubrimiento se amplifica cuando entra en juego la mirada de voces que han dedicado su vida a la música. Figuras como Arturo López Gavito y Mario Lafontaine son intérpretes de lo que ocurre detrás de una canción. Su experiencia crítica, su sensibilidad y su capacidad narrativa convierten cada sesión en un ejercicio de aprendizaje. Conocen los contextos históricos, los detalles técnicos de las grabaciones, los momentos culturales que hicieron de esas canciones piezas imprescindibles. Cuando ellos guían la escucha a través de un sistema Margules, lo que ocurre es casi pedagógico, las canciones se abren, se explican, se vuelven más complejas y a la vez más cercanas.
La suma de estas dos dimensiones (tecnología y narración) es lo que vuelve especial la experiencia. Por un lado, Margules aporta la fidelidad sonora que permite acceder a matices imposibles de distinguir en otros equipos; por el otro, Gavito y Lafontaine dotan de palabras, anécdotas y reflexiones a esas capas de sonido. El oyente escucha diferente y entiende diferente. La música deja de ser un ruido de fondo para convertirse en un objeto de contemplación y análisis, en una obra de arte que merece atención plena.

En este sentido, hablar de Margules es hablar de una filosofía. Su tradición de ingeniería mexicana se distingue por un enfoque artesanal, donde cada componente se diseña con el objetivo de honrar la intención original del artista. Esa búsqueda de honestidad sonora ha colocado a la marca en un lugar privilegiado a nivel internacional, pero más allá del reconocimiento, lo importante es la manera en que cambia nuestra relación con la música. Con Margules, un vinilo es una puerta de entrada a un universo de detalles que permanecen intactos, esperando a ser descubiertos.
Cuando Arturo López Gavito describe un tema clásico y señala el modo en que el bajo sostiene toda la estructura emocional de la canción, o cuando Mario Lafontaine explica cómo un arreglo vocal cambió la percepción de un género entero, los asistentes aprenden. Y en ese momento, la tecnología se convierte en un medio para algo mayor. Margules busca que la gente reconecte con lo más profundo de la música, con el alma que habita en cada nota.
Reescuchar nuestras canciones favoritas con Margules es un acto de revelación. Es entender que lo que creíamos conocer sigue guardando secretos, que incluso los himnos más familiares esconden detalles capaces de sorprendernos. La música, cuando se presenta con esa claridad y ese contexto, no envejece, se renueva, se expande y se convierte en una experiencia que cambia la forma en que la sentimos.
Así, Margules confirma que escuchar es mucho más que oír. Es abrirse a la posibilidad de que lo cotidiano se transforme en extraordinario. Y con la guía de personalidades como Arturo López Gavito y Mario Lafontaine, esa experiencia alcanza una dimensión aún más enriquecedora, donde cada acorde es una historia y cada canción, un descubrimiento infinito.
Escucha aquí la playlist de Margules.


