Navidad, pagos y estafas: Sinch advierte por qué la autenticación es clave
Diciembre siempre acelera todo. El consumo, los pagos, las transferencias y también los riesgos. En medio del cierre de año, el gasto del aguinaldo y las compras en línea, millones de mexicanos intensifican su actividad digital justo cuando los fraudes encuentran su mejor ventana de oportunidad. El mensaje llega temprano, disfrazado de aviso bancario o confirmación de pago. El tono es correcto, la urgencia creíble. Un clic basta para poner en jaque la confianza.
“En esta época, los cibercriminales no improvisan; capitalizan el volumen y la prisa. Aprovechan procesos de autenticación débiles y modelos de verificación que no fueron diseñados para soportar picos de transacciones ni ataques automatizados. El resultado no es solo una pérdida económica puntual, sino un golpe directo a la reputación de las marcas, justo en el momento del año donde más está en juego”, declara Mario Marchetti, director general de Latinoamérica en Sinch.
Paradójicamente, el usuario está dispuesto a hacer su parte. De acuerdo con la encuesta State of Customer Communication (SCC) elaborada por Sinch, empresa líder en comunicación en la Nube, el 66% de los mexicanos afirma sentirse más seguro al utilizar medidas adicionales de protección, como autenticación de dos pasos, contraseñas de un solo uso o autenticación multifactor. Mientras que el 21.3% las percibe como una inconveniencia necesaria.
Métodos de Autenticación más utilizados
- Contraseña: Es el método más tradicional y extendido. Consiste en una cadena de caracteres (letras, números y símbolos) que solo el usuario debe conocer. Aunque es la base de la seguridad digital, las marcas fomentan cada vez más el uso de combinaciones alfanuméricas complejas para evitar vulnerabilidades.
- PIN: A diferencia de la contraseña, el PIN es un código exclusivamente numérico, generalmente corto (de 4 a 6 dígitos). Es muy común en aplicaciones bancarias o para el desbloqueo rápido de dispositivos móviles, ofreciendo un equilibrio entre seguridad y rapidez de acceso.
- Huellas Dactilares (Biometría): Utiliza los patrones únicos de la huella digital del usuario para verificar su identidad a través del dispositivo. Es uno de los métodos biométricos más populares debido a su integración en la mayoría de los smartphones modernos. Ofrece un alto nivel de seguridad y una experiencia de usuario muy ágil (sin necesidad de recordar claves).
- Reconocimiento Facial: Esta tecnología escanea y mapea los rasgos faciales del usuario para permitir el acceso. Se ha vuelto estándar en muchos dispositivos de gama alta y aplicaciones financieras. Es un método «sin contacto» que valida la identidad casi instantáneamente al mirar la cámara.
- Códigos de un solo uso (OTP – One Time Password): Son contraseñas dinámicas y temporales que son válidas para una única sesión o transacción. Generalmente, se envían por SMS, WhatsApp, correo electrónico o se generan mediante una app autenticadora. Son fundamentales para la Verificación en Dos Pasos (2FA), ya que aseguran que, incluso si alguien tiene tu contraseña, no pueda acceder sin este código temporal.
“En temporada decembrina, la confianza se vuelve un activo crítico. Los usuarios entienden que una capa adicional de seguridad, como la autenticación en dos pasos o una contraseña de uso único, es preferible a enfrentar un fraude que cierre el año de forma negativa”, señala Marchetti.
Este cambio en la percepción del usuario obliga a las empresas a replantear sus decisiones tecnológicas. La idea de que reforzar la autenticación afecta la experiencia ya no se sostiene cuando el contexto es de alto riesgo y alta exposición.
Cerrar el año sin crisis también es una estrategia
Desde la perspectiva de Sinch, una falla en la autenticación no es un incidente aislado, sino un síntoma de fondo. Costos inflados por procesos fragmentados, tráfico artificial generado por intentos automatizados de fraude y usuarios legítimos frustrados suelen intensificarse en diciembre, cuando el volumen de accesos se dispara y los sistemas se ponen a prueba.
La autenticación inteligente, multicanal, contextual y adaptable, permite atravesar este periodo crítico sin fricción innecesaria. Opera en segundo plano, identifica comportamientos anómalos y protege al usuario legítimo sin interrumpir su experiencia. En términos de negocio, reduce riesgos justo cuando el margen de error es mínimo.
“Diciembre no perdona fallas. La autenticación dejó de ser un tema técnico y se convirtió en una decisión estratégica que impacta directamente en reputación, continuidad operativa y confianza del mercado”, añade el ejecutivo.
En un cierre de año marcado por transacciones, bonos y consumo digital, la seguridad ya no puede ser reactiva. Las marcas que entienden este momento no solo protegen operaciones; protegen relaciones. Porque hoy, más que nunca, terminar el año sin una crisis digital también es una forma de liderazgo.


