Reseñas

La leyenda de Ochi Reseña: Una fábula visual sobre la amistad, el miedo y los monstruos que no lo son

Hoy en Saliendo de la Peli Peli les traigo una película que, a primera vista, podría parecer solo para niños… pero la verdad es que “La leyenda de Ochi” tiene mucho más bajo su peluda superficie.

¿Qué es Ochi y por qué parece salido de una pesadilla tierna?

En un mundo ficticio con vibra muy nórdica (Noruega, los Balcanes, esas montañas que huelen a frío), hay un pueblito que vive con miedo. Por las noches, es atacado por criaturas extrañas llamadas Ochis: animales entre simios, Yoda bebé y ositos de peluche malhumorados, que matan animales de granja y a veces, también, humanos.

Para defenderse, el pueblo forma una banda de niños cazadores dirigida por un adulto serio y duro (interpretado por Willem Dafoe, como siempre impecable). Los entrena, los arma, y se lanza con ellos al bosque a perseguir a estas criaturas misteriosas.

Pero no todo es violencia…

En una de esas incursiones, la hija del personaje de Dafoe encuentra a un bebé Ochi, el más adorable de todos. En vez de matarlo, lo ayuda. Y aquí es donde la historia cambia: esta niña se propone devolver al pequeño con su manada, en una especie de viaje de redención y ternura, con momentos de tensión, descubrimiento y mucha conexión emocional.

¿Por qué vale la pena verla?

  • Visualmente es una joyita. A24 produce y se nota: colores hermosos, atmósferas intensas y un diseño de criaturas que combina lo raro con lo entrañable.
  • Tiene corazón. A pesar del tono oscuro por momentos, esta es una película de amistad, empatía y crecimiento.
  • La música original acompaña perfecto, y el ritmo, aunque pausado, recuerda a esas películas familiares de los 90s que iban más por la emoción que por los sustos.

Lo no tan brillante

El guion es algo predecible. Desde que empieza, puedes intuir por dónde va todo. No hay giros sorprendentes, ni rupturas emocionales profundas. Aun así, lo compensa con belleza visual y sensibilidad narrativa.

¿Y la calificación?

8 de 10.
Una película visualmente hermosa, con un mensaje claro y personajes adorables. No es revolucionaria, pero sí especial. Ideal para verla con peques o con ese adulto interior que aún cree en monstruos… buenos.

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