Importancia de la neurodiversidad en «Siempre juntos»
En un mundo donde la representación importa más que nunca, la película Siempre juntos, distribuida por Diamond Films, muestra la belleza de las familias neurodiversas.
En México, según la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 115 niños tiene TEA. Esto significa que hay muchas familias viviendo experiencias únicas, llenas de desafíos y momentos que a veces no podemos comprender.
Sabemos lo que significa enfrentar la discriminación por falta de información, y cómo puede ser la crianza de un niño autista: solitaria, intrigante y aislada. Pero también está llena de amor y momentos increíbles que merecen ser compartidos y entendidos.
Siempre juntos sigue la historia de Max (Bobby Cannavale) y su hijo Ezra (William Fitzgerald), un niño autista de 11 años. A lo largo de la película, vemos cómo padre e hijo emprenden un viaje para aprender a comunicarse y entenderse mejor. Es una historia conmovedora que muestra la belleza de las conexiones humanas, sin importar las diferencias.
Lo que hace aún más especial esta película es que incluyeron a personas que viven de cerca el autismo en la producción: guionistas, actores, productores, incluso el mismo protagonista.
Esta película nos recuerda que el TEA no es algo que deba ser “curado”, sino comprendido y aceptado. Las personas podemos conectar de formas diferentes pero encontrar siempre la empatía y comprensión, esa es la belleza de la diversidad.