
El “viajero consciente”: Más personas permanecen en sus hoteles, buscando vivencias culturales enriquecedoras
Atrás quedaron los días en que la mayoría de los hoteles eran simplemente lugares limpios para que los viajeros descansaran, tal vez con algún extra como un masaje o un refrigerio del room service por la noche.
Hoy, muchos viajeros buscan alojamientos que no solo complementen su experiencia vacacional, sino que también los conecten con la cultura y las costumbres locales, mientras priorizan la sostenibilidad ambiental.
Estos viajeros conscientes, destacados entre más de 12,000 respuestas en la encuesta de alojamiento más grande del mundo, el Changing Traveller Report 2025 de SiteMinder, marcan el camino para hoteles y otros proveedores de hospedaje que buscan formas de mantener e incrementar su ocupación.
Enfocarse más
Viajar, especialmente al extranjero, puede representar un golpe considerable para los ahorros. Podríamos imaginar que los turistas buscarán salir y exprimir cada peso invertido en las vacaciones, sin embargo, cada vez más viajeros deciden quedarse en su alojamiento, cambiando esa lógica tradicional.
Más de la mitad de los viajeros mexicanos encuestados por SiteMinder esperan pasar “la mayor parte del tiempo” (20%) o “una cantidad considerable de tiempo” (43%) en su hotel en 2025, lo que representa un aumento del 1% respecto al año anterior y está 12 puntos por encima del promedio global. Viajen solos o con amigos, esta intención no cambia significativamente.
Esta tendencia es más marcada entre quienes viajan al extranjero: el 26% planea pasar la mayor parte del tiempo en su alojamiento, en comparación con el 15% de quienes harán viajes nacionales.
Pese a su fama de ser más aventureros, las generaciones más jóvenes lideran esta tendencia, la Generación Z (18–27 años) y los Millennials (28–43 años) planean pasar más tiempo en el alojamiento que la Generación X (44–59) o los Baby Boomers (60–78).
¿Y qué planean hacer con ese tiempo extra?
Después de varias horas en asientos de avión estrechos, un masaje profundo o una exfoliación pueden ser justo lo necesario para relajarse. De hecho, los servicios de spa (41%) encabezan la lista de deseos de los viajeros para experiencias dentro del alojamiento.
Sin embargo, también destacan experiencias como la gastronomía y cata de vinos (40%), conciertos o música en vivo (36%) y clases de yoga o meditación (21%). Además de la buena comida y el entretenimiento, los viajeros valoran el aprendizaje práctico y las experiencias inmersivas específicas de la región que visitan. Las clases de cocina local (22%), charlas con expertos (18%), clases de idiomas (18%), actividades de agricultura o jardinería (14%) y sesiones de danza tradicional o narración oral (13%) son algunas de las actividades más buscadas. También se valora el descanso del cuerpo y la mente. El 11% de los viajeros mexicanos están interesados en programas para mejorar el sueño.
Las preferencias también varían según el país de origen. Por ejemplo, entre los encuestados, SiteMinder encontró que los tailandeses priorizan más la gastronomía y el vino (61%) junto con los servicios de spa (50%), mientras que los indios se interesan más en clases de cocina cultural (40%) y programas de mejora del sueño (33%).
Alojamiento económico, con experiencias… ¿y ecológico?
Ante las crecientes preocupaciones socioeconómicas globales, la accesibilidad y la conveniencia siguen siendo factores clave al elegir alojamiento.
A nivel mundial, las grandes cadenas hoteleras y resorts empatan en popularidad con hostales económicos y moteles (18%) como las opciones donde la mayoría de los viajeros planea hospedarse en sus próximos viajes. Además, los jóvenes son más propensos a buscar opciones económicas que las generaciones mayores, que generalmente tienen mayores ingresos o ahorros.
Curiosamente, más del 50% de la Generación Z y Millennials planean gastar más en su próximo viaje en comparación con el año pasado, frente al 35% de la Generación X y el 28% de los Baby Boomers, la mayoría de los cuales planea gastar lo mismo o incluso menos.
Las diferencias económicas y culturales entre nacionalidades también influyen en las búsquedas de alojamiento. Los australianos reafirmaron su amor por la naturaleza al ser los más dispuestos a reservar en parques vacacionales o campings (11%), mientras que los chinos (35%) y singapurenses (32%) muestran mayor interés en hoteles boutique o de lujo.
También se prioriza el cuidado del planeta al elegir hospedaje. Ya sea un camping o un resort de lujo, más de tres de cada diez viajeros están dispuestos a pagar hasta un 10% más por alojamientos ecológicos, cifra que alcanza el 50% entre los mexicanos.
“Aunque los presupuestos siguen siendo un factor, los viajeros conscientes están dispuestos a gastar en lo que realmente valoran, incluyendo pagar un extra por cualquier tipo de alojamiento sostenible”, comenta Alfredo Rodríguez, gerente de SiteMinder en México.
“Esto es una señal para los proveedores de alojamiento, este tipo de viajero presta cada vez más atención a los detalles más allá del entretenimiento superficial o las comodidades básicas”.
Volver a lo básico, con un toque extra
En cuanto a las habitaciones, volver a lo básico sigue siendo esencial. Entre los viajeros mexicanos, los aspectos más importantes son: la vista (61%), almohadas y ropa de cama (51%), televisión y sonido (37%), tener bañera (34%), control de temperatura (30%) y presión de la regadera (23%). Pero no te preocupes si las toallas no están dobladas como animales: cuatro de cada cinco viajeros están satisfechos si están colgadas en el baño o simplemente dobladas en la cama.
Lo que sí debe ser impecable son los recuerdos especiales y las conexiones emocionales. Entre los factores que motivan a los viajeros a volver a un alojamiento, muchos mencionan las experiencias memorables dentro del hotel (37%), como la comida, los servicios de spa o los eventos.
También se valora una conexión cercana con la cultura o comunidad local (20%). “El viajero de 2025 quiere que los hoteles dominen lo básico, pero que también ofrezcan algo más”, dice Rodríguez. “La comodidad sigue siendo importante, pero también lo es que el hotel se integre con su entorno en lugar de estar apartado o por encima de él”.

