Beetlejuice Beetlejuice Reseña : El retorno del fantasma más irreverente
Beetlejuice Beetlejuice regresa con el irreverente fantasma con Michael Keaton y Winona Ryder retomando sus icónicos papeles. Después de años de rumores y especulaciones, finalmente tenemos esta secuela que mezcla lo macabro con el humor que tanto amamos de la primera entrega.
Una historia familiar con toques sobrenaturales
En esta nueva entrega, nos encontramos con una trama que, aunque tiene la clásica excentricidad de Beetlejuice, incorpora un toque más emocional y familiar. La película se enfoca en Lydia Deetz (Winona Ryder) y su hija adolescente (interpretada por Jenna Ortega), quienes atraviesan el duelo por la reciente muerte del abuelo (un personaje clave del primer filme). La familia regresa al pequeño pueblo para despedir al patriarca, y como era de esperarse, esto desencadena una serie de eventos paranormales.
Jenna Ortega, en el papel de la hija adolescente incomprendida, nos ofrece una actuación que lamentablemente no sobresale tanto como quisiéramos. Es un placer verla en pantalla, pero en varios momentos se siente que está repitiendo el estilo que mostró en Merlina. Sin embargo, la trama que rodea a su personaje es interesante, explorando temas como la relación madre-hija, el duelo y el crecimiento personal.
El retorno de Beetlejuice y sus enredos
Por supuesto, ningún regreso de Beetlejuice estaría completo sin el propio Beetlejuice (Michael Keaton), quien aparece gracias a la intervención de Ortega, que accidentalmente lo invoca. Keaton está en su elemento, trayendo de vuelta esa mezcla caótica y encantadora que lo convirtió en un personaje tan memorable en 1988.
Además, tenemos a un elenco de nuevos personajes, entre ellos la exesposa de Beetlejuice, interpretada por Mónica Bellucci. Su personaje, aunque estéticamente impresionante y con una presencia intimidante, queda un poco corto en cuanto a maldad. Sientes que pudo haber sido una antagonista mucho más temible, pero se queda en un rol superficial, sin causar tanto impacto como podría haber tenido.
Momentos brillantes y otros no tanto
Algo que resalta en la película es la mezcla de géneros. Por un lado, tenemos la comedia típica del universo de Beetlejuice, con momentos musicales inolvidables que seguramente harán que cantes en el cine. Por otro, la película toca temas más profundos, como la relación con el más allá y cómo los vivos lidian con la pérdida. Es como un Freaky Friday gótico, con lecciones sobre la aceptación del duelo y los errores de la adolescencia.
Sin embargo, no todo encaja a la perfección. Algunas subtramas, como la relación entre Beetlejuice y su exesposa, parecen estar de más, añadiendo elementos que no contribuyen mucho a la narrativa principal. De hecho, la historia de la adolescente (Jenna Ortega) es lo más sólido de la película, pero se ve opacada por un exceso de elementos que buscan replicar la magia del primer filme sin mucho éxito.
Conclusión: Un regreso entretenido pero imperfecto
Beetlejuice 2 es una secuela digna que logra capturar parte del encanto de la original, pero no alcanza las alturas que muchos esperaban. Aunque la película tiene momentos memorables (especialmente las secuencias musicales y las escenas de Michael Keaton), el exceso de subtramas y personajes innecesarios diluye un poco la experiencia. A pesar de ello, sigue siendo una película divertida y entretenida, perfecta para los nostálgicos y aquellos que buscan un poco de humor macabro.
Mi veredicto final: 8 de 10. ¡Veanla y díganme qué les pareció! ¿Les encantó tanto como a mí? Déjenme sus comentarios y, como siempre, ¡nos vemos en la próxima!