Asesoría Financiera 2.0: tecnología y gestión patrimonial

La industria de la gestión patrimonial está experimentando una transformación sin precedentes a nivel global. Impulsada por los avances tecnológicos, la asesoría financiera se está volviendo más accesible, personalizada y eficiente. En México, particularmente, esta evolución representa una oportunidad única para democratizar las inversiones y aumentar el número de inversionistas con guía profesional.

A nivel global, el patrimonio de los hogares ha registrado un crecimiento significativo en los últimos años. Un reciente análisis de QED Investors indica que, por ejemplo, los activos invertibles en Estados Unidos se cuadruplicaron al primer trimestre de 2024.

En el caso de México, GBM Advisors, unidad de negocio de Grupo Bursátil Mexicano, Casa de Bolsa, que busca impulsar la profesionalización de la asesoría en inversiones en México a través de un programa de afiliación que permite a los asesores conservar su autonomía, al tiempo que acceden a herramientas tecnológicas de vanguardia y al respaldo de una institución líder en inversiones; tiene presencia en 26 estados del país y actualmente cuenta con +270 asesores afiliados.

Aunque en México hay cerca de 10 mil Asesores en Inversiones autorizados por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB), falta aún mucho por cubrir el número necesario para abastecer la demanda de un mercado como el mexicano. Para contextualizar, Brasil cuenta con 70 mil asesores en el país, el cual es un referente a alcanzar en México, considerando que el tamaño de ambos mercados es similar.

En este contexto, se anticipa un crecimiento exponencial en los próximos años de la participación de las empresas de tecnología en el sector financiero. Este cambio será acompañado por una evolución en los modelos de asesoría, transitando de enfoques tradicionales a estrategias más holísticas que abordan desde la planificación fiscal hasta la gestión de patrimonio y la planificación sucesoria.

La irrupción de la IA y los modelos de lenguaje avanzados (LLMs) está cambiando la dinámica tradicional de la asesoría, que a menudo era costosa y difícil de escalar. Estas tecnologías son capaces de automatizar tareas rutinarias de los asesores, liberándolos para concentrarse en la comprensión profunda de las necesidades del cliente y la resolución de situaciones financieras complejas. La promesa más significativa de la IA radica en su capacidad para ofrecer personalización a escala. Al procesar vastas cantidades de datos, estos sistemas pueden identificar patrones y tendencias, traduciéndolos en estrategias de inversión más precisas y eficientes.

En México, el uso de plataformas de inversión que combinan IA con la supervisión de asesores humanos ya es una realidad, ayudando a los inversionistas a tomar decisiones más informadas y en menor tiempo. Estas soluciones, a menudo denominadas «robo-advisors», son cada vez más populares, especialmente entre las generaciones jóvenes. Este esquema combinado ofrece muchas ventajas, sobre todo al automatizar procesos y reducir el tiempo que se dedica a tareas administrativas, un aspecto que sabemos consume gran parte del tiempo de los profesionales en la industria.

“Estamos convencidos de que la tecnología no sustituye al asesor, lo potencializa. Herramientas como la inteligencia artificial permiten automatizar tareas rutinarias y liberar tiempo para lo que realmente importa: acompañar a las personas en la toma de decisiones relevantes para su futuro financiero”, dijo Eduardo Yglesias Aspe, Director de Desarrollo de Asesores en GBM Advisors.

La gran promesa de esta transformación es lograr una asesoría más humana gracias a la tecnología: una donde el análisis se acelera, las barreras se reducen y las decisiones se toman con mayor claridad. En un país que busca convertirse en una nación de inversionistas, la Asesoría 2.0 no es el futuro: es el presente que ya está en marcha.