El clásico de Manuel Puig renace en el cine: “El beso de la mujer araña” llega a salas mexicanas el 8 de enero.

Publicado en 1976, “El beso de la mujer araña” de Manuel Puig se convirtió en un clásico instantáneo: una historia de intimidad forzada, choque ideológico y deseo como forma de resistencia. Cincuenta años después, su potencia vuelve a expandirse en una nueva adaptación cinematográfica que se estrenará en México el 8 de enero de 2026.

Dirigida por Bill Condon —ganador del Óscar, responsable de “Dreamgirls” y guionista de “Chicago”—, la película transforma la célebre novela en un sofisticado drama musical que dialoga tanto con las heridas políticas latinoamericanas como con la tradición del musical clásico. El resultado es una obra de gran energía emocional, visualmente exuberante y profundamente humana.

Jennifer Lopez encarna a la icónica Mujer Araña y a las figuras cinematográficas que pueblan la mente de Molina, ofreciendo una interpretación expansiva y cargada de matices. Diego Luna interpreta a Valentín, el preso político cuya convicción revolucionaria se enfrenta a la ternura inesperada que surge en la celda. El revelador Tonatiuh Elizarraz encarna a Molina con una complejidad que transita entre la fragilidad, la fantasía y la resistencia íntima. Completan el elenco Bruno Bichir y Josefina Scaglione.

La película se basa tanto en la novela de Puig como en el musical de Terrence McNally, John Kander & Fred Ebb, y convierte la celda en un territorio donde conviven la represión, la ensoñación, el cine dentro del cine y la posibilidad de un vínculo transformador. Condon combina números musicales de alto impacto con escenas de encierro tensas y sobrias, creando una narrativa donde la política se filtra incluso en los momentos más glamorosos.

“Me impresionó lo adelantada a su tiempo que era, especialmente en su aproximación a la sexualidad y al género”

Un revolucionario y un soñador comparten celda en una prisión argentina. Lo que empieza como desconfianza se transforma en un vínculo marcado por la represión, la imaginación y la búsqueda de esperanza.

Esta historia llamó profundamente la atención de Bill Condon. “Me llamó la atención que Molina es alguien que vive dentro del mundo del cine, lo que lo hacía un ajuste natural para una adaptación cinematográfica. Lo veo como la tercera parte de una trilogía de Kander y Ebb, junto con “Cabaret” y “Chicago”. Los personajes principales de cada uno de estos musicales – Sally Bowles, Roxie Hart y Molina – intentan sobrevivir en un mundo difícil y cruel escapando hacia la fantasía del espectáculo”, destaca el director. “Leí la novela de Manuel Puig cuando tenía veinte años y me encantó. Una década después llegó la innovadora adaptación de Héctor Babenco, una de las primeras películas en mostrar a un hombre gay como protagonista. Volví a leer la novela hace unos diez años y me impresionó lo adelantada a su tiempo que era, especialmente en su aproximación a la sexualidad y al género”.

A pesar de la fuerte influencia, Condon decidió hacer algunos cambios. “En la novela, Molina narra la historia de seis películas diferentes; en el musical, sus relatos se enfocan más en su actriz favorita que en las películas que ella hizo. Yo decidí crear una sola película para que Molina narrara: un musical llamado “El beso de la mujer araña”. Probablemente esta es la mayor invención en esta versión, e implicó construir un musical de la Era Dorada de Hollywood que poco a poco comenzara a reflejar lo que sucedía entre los dos personajes, con la prisión y el musical intersectándose hasta volverse casi la misma cosa”.

El fanatismo por el género cinematográfico conectó a Condon con Molina. “Soy muy parecido a él en mi amor por los musicales de los años treinta a los cincuenta. Estas películas son sueños traídos a la vida en imágenes, con gran parte de la historia contada a través del color, el movimiento y la música. Claro que también hay muchas cosas tontas, pero terminas atesorando esos treinta minutos que son trascendentes, que es lo que traté de capturar en esta película”.

Un casting aclamado

La crítica ha coincidido en que el elenco brilla en el filme.

“El papel de La Mujer Araña exigía una actriz muy fuerte que además fuera una gran intérprete musical. Además, debía encarnar el estilo de otra época, evocando a artistas como Rita Hayworth y Cyd Charisse. Seamos realistas, ya no tenemos muchas verdaderas divas, probablemente se puedan contar con una mano. Había escuchado rumores de que Jennifer estaba interesada en hacer un musical tradicional. Por supuesto, todos sabemos la increíble bailarina que es… ¡pero esa voz! Es un instrumento legítimo, potente, que creo que sorprenderá a quienes solo la conocen por su carrera pop”, elogia el director.

Sobre Diego Luna, opina: “Fue nuestra primera y única opción para el papel. Necesitábamos a un actor que se comprometiera con la historia de amor, lo que significaba alguien con un alma abierta e infinita. Él aportó inventiva y humor a un personaje que en otras manos pudo haber parecido demasiado rígido. Creo que es un actor extraordinario, de los mejores con los que he tenido la suerte de trabajar. Y como ha pasado tanto tiempo haciendo teatro como cine, trajo consigo esa vasta experiencia a lo que en muchos sentidos es una obra de dos personajes”.

Condon también se refiere a Tonatiuh Elizarraz, la gran revelación de la película. “Una de las grandes ventajas de hacer esta película con Artists Equity es que no hubo presión para elegir a alguien únicamente por el valor de su nombre. Hicimos una búsqueda extensiva en Estados Unidos, Europa, Sudamérica y México, con varios cientos de actores en total. Tonatiuh envió una self-tape desde Los Ángeles y fue extraordinaria. Luego trabajamos juntos en Nueva York, donde también pasaron pruebas de danza y canto, culminando con un día de ensayo con Diego. En ese momento quedó claro que eran la opción obvia y única. Después fue lanzado directamente al desafío: ensayos coreográficos con Jennifer Lopez, escenas con Diego Luna y Tonatiuh navegó todo con una gracia y confianza asombrosas”.